El 23 de Abril
celebramos el día del idioma en todos los países hispanohablantes y
conmemoramos la fecha de muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, autor de la
obra El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Es posible que
te preguntes, ¿para qué celebrarlo? ¿eso en que cambia o aporta al proceso de
paz que adelanta Colombia con las FARC, o a la tensión política de Argentina, o
al fin del embargo a Cuba o, incluso, a la crisis económica en España? En nada,
para ser sinceros, pero sí celebra parte importante de quienes somos: se dedica
un día para festejar la lengua que hablamos, el español.
Claramente, en el continente americano no siempre
se habló español. Con la llegada de los españoles se impuso su idioma y la
mayoría de las lenguas nativas se dejaron de hablar. Actualmente quedan pocos
registros de estas, aunque algunos pueblos indígenas aún las conservan. Sin
embargo, no fue de un momento a otro que se empezó a hablar español en estas
tierras. Hubo una integración entre los pueblos nativos y los conquistadores
donde palabras como chocolate o maíz fueron adaptadas por la lengua colonizadora.
Verás, el español no ha existido desde el inicio
de la humanidad, sino que se ha ido formando y cambiando de acuerdo a los
eventos históricos. Es una lengua romance, ya que proviene del latín, lengua
que se habló en una buena parte de Europa después de la expansión del imperio
romano. En el siglo VIII, pueblos musulmanes invadieron la península Ibérica y
parte de su lengua se mezcló con lo que ya se venía formando desde siglos atrás
en la región. Como herencia de esto tenemos palabras como almohada o almendra.
Y ¿qué significa hablar español? Para mí implica
una forma diferente de ver la vida. El hombre usa el lenguaje para comunicarse
con los otros y para denominar y comprender su entorno, así que cada idioma
tiene ciertas particularidades culturales que solamente le corresponden a él.
Por ejemplo, “saudade” es una palabra portuguesa que no tiene traducción a
ningún otro idioma y significa el añoro y nostalgia por la tierra o país de
origen. Nosotros tenemos "sobremesa" (tiempo del café después
del almuerzo o comida, que usas para hablar con quien estás almorzando) y "friolento" (alguien
muy sensible al frío).
Cuando era pequeña
tomaba clases de inglés, pero no me gustaba. Mis profesores me decían que era
necesario aprenderlo porque me podría comunicar con el resto del mundo.
Entonces pensaba por qué no había nacido en un país donde hablaran inglés, así
no tendría que aprenderlo por aparte. Ahora mi
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